Cigarro tras cigarro
los días y las noches,
los párpados cerrados
abiertos
y de nuevo cerrados
y por dentro esa llama
y ese guiñapo revienta el pecho
y se llena de tinta las manos
para transformar en rumor las voces
porque con un rumor
con un susurro
la noche anuncia al día que su tiempo ha terminado
entonces el guiñapo fuma
y busca con el humo tejer un hilo
que le garantice el retorno
y fuma
y detrás del humo
los párpados cerrados
y de nuevo abiertos,
porque se busca contener al mundo
en las cuencas de los ojos,
- triste espacio destinado a quedar vacío -
porque como el humo los días se van
lanzándolo inexorablemente
hacia la noche.
2 comentarios:
La verdad es que el poema, en su conjunto, es toda una metáfora, al comparar lo efímero de muchas cosas con el humo de un cigarrillo.
Me ha gustado.
Saludos desde Valencia (España)
Ay, preciosa, y yo que no quiero volver a fumar un sólo cigarro más en la vida. Me alborotas el vicio. Bueno, aquí te dejo esta dirección para que pongas de nuevo tu panel de mensajes: http://cbox.co.za/ están más chidos que los que teníamos anteriormente, porque se puede cambiar el color, etc etc etc.
!Besos a los compayitos.
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