martes, mayo 09, 2006

Sin Título

Para Lucía Yepez

Nací bajo el signo de Pedro.
Tres veces cantó el gallo
cuando me lanzaron al abandono,
no hicieron falta ni Judas ni Cristo
y siete veces siete
los clavos en mí se multiplicaron

con ellos pongo a secar el corazón
cuando los gatos despiertan su celo,
este mi corazón,
viejo incansable, habitante del dolor.

¡Arránquenme los ojos
para no ver más el vacío que me taladra!

¡Arránquenme!

Arránquenme este corazón,
las uñas, los cabellos,
mi forma solitaria del paisaje,
destinada estoy a llevar un hueco en mi lado izquierdo,
a través de él los cantos del gallo al despuntar el alba,
justo en la última palpitación
de este alfiletero que me condena

Es el signo de Pedro el que me sostiene.
¿En dónde mi cruz para descansar tanto dolor?
¿En cuál de los ojos de Dios desahogar toda lágrima?
¿En cuál de sus llagas sepultarme y no sufrir más estos clavos?

Tanto, tanto lamento
para tan débil corazón.