Debajo de la cama
los zapatos,
cómplices del andar cotidiano
de amores olvidados
y deseos reprimidos.
Debajo de la cama,
los recuerdos.
*****
Y de su costado izquierdo
mi corazón y la espada
que en dos lo parte.
*****
Basta el roce de la primer gota
en el concreto,
para que el cielo rompa en aplausos
por la conquista.
*****
Este mi par de oídos,
enjambres despiertos a media noche.
Es el silencio néctar
que beben,
es el sonido de mi cuerpo
el que los acompaña.
Detrás de mis párpados
las luciérnagas se agolpan
buscando la salida.