sábado, enero 02, 2010

De temores y cambios

Todo cambio implica algo de temor. El observar detrás de una puerta, la mudanza hacia otra ciudad, una nueva vida, una nueva relación, un nuevo empleo, incluso un nuevo día implican algo de temor. En este sentido, este año inicia y, con él, los temores y las dudas parecen acentuarse ante una situación económica nada alentadora para todos los mexicanos.
No había escrito nada en este blog porque, la verdad, tuve serias fricciones con el año pasado (que acá entre nos, qué bueno que se largó) y no le veía el caso escribir pura desgracia. Sin lugar a dudas, después de la publicación de los Cuentos para entristecer a payaso y su presentación en Guadalajara y en el Distrito Federal, la vida se tornó tan monótona, tan andar en chinga detrás del dinero, de la sobrevivencia ante un desempleo que no sólo sufre quien estas líneas escribe sino la gran mayoría de los mexicanos, viviendo en un cuarto de hotel cuyo administrador es un desgraciado y hace el papel del malo en la historia, buscando la forma de flotar cuando todo hace que te hundas, t o d o :
tu ex pareja
esos que se dicen tus cuates
la situación con el dinero
el buscar empleos y encontrarte con gente nefasta que se siente tocada por Dios
el hallar empleo y encontrarte con la directora de una editorial (específicamente la de Editores Mexicanos Unidos) a la que no le gusta nadita que vivas en un hotel y, por tanto, te quite el empleo recién hallado
el encontrarte con gente que se dice escritor y que no sabe escribir siquiera en un trozo de papel sanitario (específicamente la mayoría de los pseudoescritores que pertenecen a esa asociación que se denomina ASOLAPO y que dirige la pseudoescritora Luz Samanez y una bola de secuaces de quienes se deben cuidar todos aquellos organizadores de encuentros de poetas en el mundo)
...
en fin... todo cambio implica un temor, todo nuevo inicio implica apostar por el tiempo que viene y agradecer por los amigos verdaderos, por los camaradas y llegar al campo de batalla y, entonces, mostrar la espada y permanecer en guardia ante lo que venga...
temor
todo implica temor
sin embargo, señores, es hora de dejar de lado temores y viejas caídas, es hora de gritar al porvenir y pedir porque vengan nuevos tiempos, tiempos de buena cosecha... todo esto aunque sepamos que el sistema está más podrido que nunca, que se prometió acabar con la pobreza, más no terminar con los pobres ni matarlos de hambre, aunque sepamos que todo, ahora, cuesta más que hace algunos días, aunque sepamos tantas y tantas cosas, nosotros debemos permanecer en este campo de batalla hasta que, lamentablemente, la espada del contrario nos arrebate lo más valioso que ahora tenemos: la vida...
estamos vivos, por tanto y por lógica, vivamos, respiremos, luchemos o como decían los soldados de la Segunda Guerra Mundial: Comamos y bebamos que mañana podemos estar muertos.
¡Salud! Venga pues un nuevo inicio, vengan pues nuevos retos que aquí, en guardia, permanecemos... nada de temores que los cambios son siempre para bien.
CARPE DIEM