Letras
al Minuto
Sonia
Silva-Rosas
Lo ocurrido en el Paso Exprés México-Cuernavaca, que cobró la vida de dos personas, deja al descubierto la posible corrupción en la construcción de dicha obra víal. ¿Las demás autopistas, tan vitoreadas y anunciadas con bombo y platillo, también darán víctimas mortales?
Los argumentos que Gerardo Ruíz Esparza expresa al momento de que tanto la sociedad como los medios de comunicación le cuestionan la pésima y endeble construcción en una de las vías de comunicación más importantes, sólo reflejan irresponsabilidad y omisión por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes ante estos hechos y reclamos.
Ruíz Esparza pretende deslindarse de toda responsabilidad; sus explicaciones no alcanzan para convencer a la ciudadanía.
Carlos Augusto Morales, dirigente nacional de Somos Más, comentó que las respuestas que el titular de la SCT proporciona sólo hablan de su corresponsablidad y por ello, añadió Morales, no sólo basta con la renuncia de Ruiz Esparza, sino también es necesario un proceso administrativo y judicial.
Morales afirma que la SCT ya tenía conocimiento de las irregularidades en dicha obra, pero ni Ruiz Esparza ni la SCT actuaron, por lo que a todas luces se trata de omisión o negligencia.
“No es posible que la ciudadanía, sin conocimientos mayores, se diera cuenta de las fallas en la construcción que ya predecían un derrumbe, no así los arquitectos e ingenieros que participaron en la obra”, añadió Morales López.
La pregunta ahora es: ¿Cuántas vías de comunicación, de ésas que se encuentran en vías de construcción, colapsarán debido a la pésima calidad?
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