A mi padre,
donde quiera que se encuentre
De negro la tarde se pinta,
de negro
y mi corazón en la tierra
que hoy te devora,
de negro el cielo, de negro mi vida,
de negro los ojos de mi madre
que hoy se abren al abismo.
Negro
¿por qué el negro en la tumba?
¿Por qué no el blanco, el amarillo?
¿Por qué negro tu traje?
Negro el aposento que hoy te guarda.
Negro, pinche negro.
Y en las piedras dejo mi sangre,
me escarbo la memoria
y tu traje verde al final de aquel llano,
santifico mis recuerdos
y un grito desde tu habitación me llama
Negro,
roca y tierra de este agosto
que hoy, a las tres de la tarde,
parte contigo hacia el negro
infinito de la noche.
Incierto corazón ante la hambruna del tiempo que devora tus costados, incierto corazón, marchito, destinado a cargar con tanta memoria y a morir lentamente apuñalado por cada uno de tus recuerdos
domingo, septiembre 19, 2010
domingo, septiembre 12, 2010
Sin Título
Así, de tajo, el corazón arráncame,
llévate de una vez todos los días y sus horas
llévate mi aliento y el grito que ahora mudo te invoca.
Así, de tajo, arráncame lo que de vida queda
en este pedazo de carne
que lento
agoniza...
llévate de una vez todos los días y sus horas
llévate mi aliento y el grito que ahora mudo te invoca.
Así, de tajo, arráncame lo que de vida queda
en este pedazo de carne
que lento
agoniza...
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